7º FESAALP - Día 3

El genero documental es mucho más distante de cualquier otro estilo de ficción de lo que se le suele dar reconocimiento. Quizás por esa mala costumbre es que muchos realizadores se lanzan a trabajarlo sin realmente sentarse a pensar qué están haciendo, o quizás sea que al tener reputación de ser de alguna forma inferior (no me pregunten qué forma, pero la creencia está) la gente asume que se espera menos de ellos. Esta introducción más deprimente no viene a decir que no haya buenos documentales ni que el FESAALP carezca de ellos (hay muy buenos documentales en la grilla del festival, incluyendo varios cuya calidad está defendida por críticos mucho más respetables que el zanguango que escribe esto); solamente digo que hay ciertas cosas que hace falta aclarar.
Fuera de orden.
Cortometraje Largometraje

ITEM: Un documental puede ser un ensayo personal (Plot Point), pero no un ejercicio en la egolatría (Un Cabo de Artillería).
ITEM: Un documental puede buscar sostenerse sobre una temática interesante (Huellas del Viento) o sobre un estilo interesante (Memorias del Viento). Para ser bueno tiene que contener ambas (Noche sin Fortuna)
ITEM: Un documental puede carecer de un mensaje claro y directo, eligiendo transmitir sentimientos que permanecen poco claros incluso para el creador que apenas llega a reconocer que están ahí a través de una atmósfera, (El Polonio) o pueden estar tan centrados en transmitir conocimientos que crean una atmósfera de taller carente de todo estilo (El Sur de Homero). Ambos casos van a ser imposibles de tolerar para una audiencia no preparada previamente y sería absurdo esperar lo contrario.
ITEM: Un documental puede contener ficción (Ni una Sola Palabra de Amor*) o puede carecer de acción directa del autor más allá de la colocación de la cámara y el montaje (Teatro Comunitario de Berisso - Plaza Walt Disney). Ostentar pureza no hace que sea bueno.
No se. Ya he dicho antes que soy un pelotudo, pero realmente me parece que estas son cosas que le deberían ser obvias a cualquiera que se siente a pensar el tema. Probablemente la mayor falla en todo el género documental sea justamente no pensarlo como una entidad en sí misma en lugar del primo feo de la ficción.
Extras:
  • Minuto 200: Tierna, bien pensada. El recurso de utilizar gente sin entrenamiento, muy neorrealista, le juega tanto a favor como en contra dando situaciones muy sinceras pero diálogos muy duros y difíciles de entender.
  • Callejear y Tomar Birra: Pocas veces un titulo hace tan claro el espíritu de un audiovisual.
  • Zombirama: Fantástico manejo de un ritmo propio, la animación va de la mano con la historia y con el tema dando un cortometraje que funciona perfectamente. Se siente un poco injusto que compita frente a cortos más primerizos cuando sus autores tienen claramente mucha más cancha, pero así es la vida.



*Concursa como ficción pero personalmente siento que su impacto nace del elemento documental. También siento que si no queda aunque sea entre los tres primeros claramente demuestra lo fallido del sistema de voto del FESAALP.
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Segunda jornada en el Festival, esta vez estuvo más extraño el panorama. El Zoom de cortos trajo momentos de no saber qué estaba pasando en la pantalla, pero también por suerte, unas perlitas interesantes: LA MIRADA PERDIDA, PAYASO AL AGUA y LA NOVENA VÍCTIMA, que a mi parecer podrían están concursando y no sólo en las Secciones Paralelas. Cada uno con su estilo, sea drama,  comedia grotesca u horror con pinceladas de gore, conjugaban aceptablemente cada uno (o  al menos algunos) de los elementos audiovisuales.
Ah! Me descubriste!
Minuto 200 de Frank Benitez

Luego llegó el momento de la competencia oficial de cortos. Y ahí me levante de catre (implicando que estaba caída del mismo): Los Festivales también piensan en el Prime Time. Al iniciar la jornada, a la selección hubo que ayudarla a sacarle jugo, pero ya hacia la mitad del día, las joyitas cortas salen a la luz. Si bien tuve que colarme a una competencia más para seguir investigando, en recuento total, el jugo salió por sí solo con L, LA FIESTA DE CASAMIENTO y MINUTO 200. Hermosa fotografía, actuaciones cuidadísimas y excelentes que dan cuenta del amplio espectro actoral, independientemente de la edad (justamente estos tres cortos tienen como protagonistas a tres generaciones distintas), además del gran aprovechamiento de los espacios y ambientes, tan diversos entre sí. También pertenecientes a países distintos; Brasil, Argentina y Cuba, respectivamente; estas son apenas unas muestras del potencial creativo que tiene esta parte del mundo.

Punto aparte. Porque lo que sigue a continuación merece un párrafo aparte y tal vez un post aparte (teléfono para “El Dueño”). Sinceramente, yo no conocía a ANDRÉS CAICEDO hasta ayer. Este escritor, mito en Colombia, su país natal y que decidió quitarse la vida a sus 25 años en 1977; fue retratado en el impresionante documental NOCHE SIN FORTUNA, que forma parte de la Competencia Oficial de Largos. Y sin haberlo conocido ya sentía que lo conocía de toda la vida. En el documental, el director parecía haber capturado la esencia del artista y que esa misma esencia salía disparada de cada plano elegido. Realizado a partir de numerosos recursos como intervenciones en imágenes de archivo, uso de fragmentos de películas famosas como herramienta de metáfora, entrevistas a conocidos e íntimos del joven escritor y hasta dibujos acompañados de una voz en off que narraba uno de los cuentos de Caicedo (formando casi un cortometraje de ficción dentro del mismo documental), este documental fue como un viaje de ida y vuelta a través de la corta pero intensísima vida de este artista. La voz off del narrador logrando un ambiente ultra intimista, sensible, rebelde y miles de sentimientos más que inundaron la vida de Caicedo; también lo reflejaban como un joven muy creativo, muy imparable, muy libre. Sobre todo muy libre. A los largo de casi la hora y media que dura este largo, los autoreplanteos de mi propia vida me dejaron perpleja. La visión de este joven sobre la vida, a pesar de los problemas propios de su juventud y época (que hasta un punto siguen siendo los mismos para la juventud actual, incluyéndome); fue abordada por él y casi consecuentemente por el realizador, de una manera increíblemente madura pero a la vez pasional e íntima. Y dentro de la visión de la vida, la del arte forma de vida. Y de muerte como parte del arte y de la vida.

No queda mucho más que decir sobre NOCHE SIN FORTUNA. Sólo véanlo y verán. Y pensarán. Y sobre todo sentirán.


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